L. S. M. | ACTUALIZADO 04.04.2013 - 07:53
Tanto Iglesia de San Luis de los
Franceses como el noviciado jesuita se levantan sobre la antigua fábrica de lo
que fue el palacio de los Enríquez de Ribera antes de que esta familia se
trasladara en 1498 a la recién construida Casa de Pilatos.
Durante los trabajos
de restauración del conjunto han aparecido algunos restos mudéjares de estas
antiguas casas en las que habitó uno de los linajes más poderosos de la Sevilla
de los inicios de la Edad Moderna.
Estos restos mudéjares
son especialmente visibles en la capilla doméstica, en cuya entrada, tras las
obras efectuadas, pueden verse unos arquillos de ventilación característicos de
las portadas de este estilo. Además se ha encontrado los vestigios de una torre
desmochada por los jesuitas "que sirvió de base para la cimentación",
según el arquitecto Fernando Mendoza, responsable de las obras de restauración
de San Luis.
La teoría de Mendoza
es que el palacio de los Enríquez de Ribera fue un extraordinario conjunto
mudéjar que siguió el modelo del Patio del Yeso del Alcázar, al igual que el
Palacio de Altamira, en Santa María la Blanca, actual sede de la Consejería de
Cultura de la Junta de Andalucía. El problema es que el patio central del
conjunto palaciego se encontraría debajo del actual patio central del noviciado
jesuita, que tendría que ser excavado para comprobar esta teoría, algo que, por
ahora, no se va a acometer.
Según las
investigaciones arqueológicas, antes que el palacio mudéjar de los Enríquez de
Ribera, en el solar de San Luis existió una villa romana, edificada al borde
del mismo cardo máximo de Hispalis. Posteriormente, los restos encontrados
avalan la existencia de una antigua alquería árabe.
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